viernes, 22 de abril de 2016
Consejos para evitar las varices
En Farmacity sabemos que las varices aparecen cuando nuestro flujo sanguíneo tiene dificultades para ir volver de las piernas al corazón, provocando una inflamación que llega hasta la superficie de nuestra piel, viéndose de color morado o azul oscuro.
Las varices se desarrollan cuando las válvulas que regulan nuestra circulación dejan de funcionar correctamente, derivando en un acumulo de sangre.
Muchas personas tienen varices por cuestiones genéticas y hormonales, pero también existen factores de riesgo que podemos controlar cambiando nuestros hábitos de vida.
1. Actividad física.
Practicar de forma constante una actividad física es uno de los mejores remedios naturales para prevenir muchos tipos de enfermedades.
La actividad física activa la circulación y estimula la eliminación de toxinas acumuladas en nuestra sangre. Además, tonifica nuestros vasos sanguíneos y los mantiene elásticos, evitando la formación de varices y trombos.
Para ello basta con dedicar por lo menos 30 minutos al día a caminar, yoga, nadar, bici, realizar estiramientos o bailar.
2. Ropa apropiada.
Casi nadie lo sabe, pero la ropa demasiado ajustada es un problema para la circulación.
La ropa que presiona la cintura, las piernas y las ingles alteran el retorno venoso, lo que no solo aumenta el riesgo de tener varices, sino que también provoca celulitis, ya que dificulta la eliminación de toxinas.
3. Llevar mucho tiempo los tacones puestos.
Las mujeres que utilizan tacones frecuentemente o durante mucho tiempo tienen más riesgo de desarrollar varices en comparación con mujeres que usan zapatos planos.
La presión que estos zapatos provocan en los pies y las piernas dificulta la circulación y el retorno de la sangre.
4. Peso ideal.
Tener el peso adecuado para tu cuerpo es una de las mejores soluciones para disminuir las posibilidades de tener varices.
Si nuestros tobillos, piernas y rodillas aguantan una sobrecarga, sufrirán dolores a nivel muscular y articular, dificultando a su vez la circulación y generando sensación de pesadez acompañada de hormigueo, debilidad y cansancio.
5. Realizar estiramientos o cambiar de postura.
Estar en la misma posición durante mucho tiempo hace que se incremente la tensión de nuestros músculos y aumenten los problemas circulatorios.
Si en el trabajo tienes que estar mucho tiempo sentado o parado, haz pausas cada media hora más o menos para extender las piernas o mover los pies.
Evita cruzar las piernas, ya que esta postura no favorece la circulación ni al estado venoso.
6. Adiós al tabaco.
Fumar no solo es perjudicial para nuestra salud respiratoria, también lo es para la circulación, ya que se acumulan compuestos tóxicos en el torrente sanguíneo, espesando la textura de la sangre y reduciendo su oxigenación.
Además, al provocar inflamación en nuestras venas, también intoxica a las células sanas de nuestro cuerpo, desarrollando graves enfermedades.
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